Barrio la Huerta
El Barrio la Huerta se trata de un conjunto urbanístico con una belleza singular, en el que se aprecia gran homogeneidad en cuanto a la distribución y la arquitectura de las casas. No obstante, con anterioridad a la restauración experimentada las fachadas de las casas solían estar recubiertas con diversos materiales como ladrillo, cal o arcilla.
Popularmente a esta zona se le denomina Barrio Judío o Judería. Atendiendo a fuentes históricas se sabe que desde tiempos de Alfonso VIII (siglo XII) hay presencia de comunidades judías en La Vera. Estas perduraron hasta tiempo después cuando en 1474 se observa un documento sobre la recaudación de impuestos por parte del Obispado de Plasencia que habla sobre los judíos en La Vera: “los judios de Xarahis e de Cuacos e Pasaron e Garganta la Olla, tres mil e trescientos mrs”. Haciendo referencia a los judíos que había en Garganta.
Por la distribución y por su armonía arquitectónica se hace pensar que este barrio sería donde habitarían aquellos judíos y, por tanto, este barrio se denomina judería. Sin embargo, aunque desde 1412 se tenía que diferenciar entre comunidades cristianas y no cristianas, no sería hasta 1480 cuando según las Actas de las Cortes de Toledo se obligaría a que “judíos y moros tuvieran sus juderías y morerías distintas y apartadas de la vivienda de los cristianos”. Esta separación se mantendría hasta la expulsión de estos en 1492. Por este motivo y al no haber una separación física, se dice que es una judería en nombre, pues no comparte los atributos propios de una judería como serían construcciones alejadas de núcleos urbanos o una separación mediante murallas. La presencia de símbolos como la Roseta Hexapétala quiere decir que sí podrían haber vivido judíos en este barrio.
Otra de las cosas más curiosas que presenta este barrio es el entramado de soportales que presenta. La presencia de estos portales sostenidos por una columna de madera en cuya basa se aprecia una piedra se debe a un hecho muy lógico, separar la vivienda de la humedad del suelo. Por esto, encontramos lo que popularmente se conoce como Arquitectura Verata, casas divididas en tres plantas.
- La fachada con exterior de adobe y entramado de madera de castaño o roble, en los cuales se aprecian voladizos o salientes.
- La planta baja con un amplio patio interior, en el que se encontrarían las cuadras para ganado y caballos o mulos. Así como, la presencia de bodegones donde se mantendría el vino.
- La primera planta donde se encontrarían los dormitorios u otro tipo de salas.
- La segunda planta donde se haría la vida cotidiana y estaría conformada por una cocina y otras habitaciones para secar alimentos como eran los embutidos realizados en la matanza.
Por otra parte, en este barrio hay que destacar la casa nº13, que fue ocasionalmente la residencia veraniega de los Duques de Alba, y posteriormente, a finales del siglo XVIII fue la «Casa de Contratación de la Seda», donde se recogía, se clasificaba, se pesaba y se vendía a distintos compradores. Las producciones que no se entregaban en esta casa, se vendían a otros mercados por arrieros del pueblo o forasteros.